Seguimos mostrando diferentes objetos que el Museo guarda. En este caso son partituras musicales pertenecientes en su mayoría a autores lobenses o radicados en Lobos. Tangos y valses o milongas conforman un parte de este conjunto de “piezas”; pero además otro tipo de composiciones completan la colección: charlestón, rancheras, shimmys, y música académica.
Es interesante hacer notar que todas ellas eran propiedad de ejecutantes que las interpretaban en el ámbito familiar, y también lo temprano del ingreso del tango en el “seno de las familias” en una comunidad del interior cargada de prejuicios como generalmente lo eran por esos años, (1916 como se anota en la portada de Día Feliz).
Además ellas nos acercan no solo a lo “musical” sino que se visualizan en sus letras y en las imágenes de sus carátulas una forma de manifestarse por esos tiempos en otras disciplinas artísticas.
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